Los desafíos para la educación son inmensos. Aquí se enumeran cinco centrales:
1. Aumentar drásticamente la inversión en primera infancia para brindar oferta educativa a los niños/as y sus familias desde que nacen hasta los 3 años, especialmente en los sectores más pobres de la población.
2. Diseñar una política integral para la docencia, que incluya cuatro ejes relacionados: aumento del salario docente y mejora de las condiciones laborales; mejora de la formación docente con una evaluación final de cada candidato a obtener el título docente; carrera profesional con cargos mejor pagos por una formación especializada a la cual se accedería por un examen optativo; formación continua de calidad continuando y revisando el Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) con llegada gratuita a todas las escuelas del país.
3. Crear una instancia federal de formación de directivos y supervisores de escuelas, junto con un sistema de concursos para los cargos directivos que sea a término y que focalice la preparación y la tarea en las capacidades pedagógicas de gestión de la mejora.
4. Consolidar un sistema nacional de gestión de los contenidos educativos, que integre cuatro componentes: diseño de contenidos digitales de calidad, continuando la tarea de educ.ar y los canales Encuentro y Pakapaka; revisar y fortalecer los núcleos de aprendizaje prioritarios con libros de texto y materiales de alta calidad para apoyar la enseñanza; usar la analítica digital y encuentros del PNFP para tener feedback del uso y necesidades de contenidos, proyectos y dinámicas didácticas y generar una red de mejora continua con apoyo en el propio sistema educativo; potenciar el ONE y el IMESA para evaluar integralmente a todas las escuelas primarias y secundarias del país y devolver guías y apoyos personalizados para generar planes de mejora sin hacer públicos los resultados por escuela.
5. Crear una política nacional de redefinición de la educación secundaria, que se apoye en todos los puntos anteriores y les adicione un replanteo del modelo curricular y organizacional, y fortalezca con herramientas concretas nuevas todos los avances en la defensa del derecho a la educación desarrollados hasta aquí.
Estas cinco cuestiones son sólo las principales de una agenda educativa mucho más amplia que se propone para combatir las desigualdades existentes. Para financiarlas será necesario que el país crezca, que se priorice la inversión educativa, que se valore al sector público de la educación y también que haya políticas económicas redistributivas. Es tan necesario dinamizar la economía como cobrar más impuestos a los sectores más aventajados y disminuir los de los más pobres, generando potentes políticas educativas que los canalicen para transformar el futuro de la sociedad.
Axel Rivas, investigador principal de CIPPEC
[12 de noviembre de 2015]