Lanzamos el video «Cuatro claves para la docencia»

En este período de transición política, la difícil situación educativa debe ocupar un lugar prioritario en el debate público y en los programas de los candidatos. La clave de la transformación está en la docencia. Más allá de las condiciones del hogar, ningún otro factor es tan importante para mejorar los aprendizajes de los alumnos como la calidad de los docentes.

Durante los últimos años se avanzó en garantizar bases fundamentales para potenciar la docencia. Se incrementó el salario, se distribuyó gran cantidad de materiales didácticos a las escuelas, se creó el Instituto Nacional de Formación Docente (INFD) desde donde se trabajó en el fortalecimiento del sistema formador, se extendió a cuatro años la formación inicial y se reformuló su plan de estudios; y desde 2014 se implementa el Plan Nacional de Formación Permanente (PNFP), una capacitación en servicio de tres años a los docentes de todas las escuelas del país.

Habrá que sostener muchas de estas políticas, pero hace falta una apuesta mayor. Porque la difícil situación educativa responde esencialmente a las dificultades que enfrenta la profesión docente, como lo reflejan algunos datos que presentamos a continuación.

Con el video “Los docentes en el corazón de la política educativa” CIPPEC aporta cuatro claves para prestigiar la profesión, motivar a los docentes y mejorar sus capacidades de enseñanza.

 

 

1. El salario docente mejoró, pero aún es insuficiente y desigual entre provincias

Gracias al importante incremento de la inversión educativa fruto del esfuerzo conjunto del Estado nacional y las provincias, el salario real de los docentes (promedio simple nacional maestro de nivel primario con 10 años de antigüedad) se recuperó un 88,6% entre diciembre de 2003 y diciembre de 2014 (CGECSE, IPC INDEC e IPC Elypsis). Esta mejora saldó una deuda histórica, pero resta realizar esfuerzos para lograr un salario a la altura de las exigencias y la relevancia de la profesión docente. En diciembre de 2014 un maestro de nivel primario con 10 años de antigüedad ganaba $7.366 por jornada simple (promedio ponderado nacional, último dato disponible).

La recuperación no atenuó las amplias desigualdades entre las provincias, basada en las injusticias estructurales de su desarrollo económico y el reparto de la coparticipación federal de impuestos. En diciembre de 2014, Tierra del Fuego y Santa Cruz tenían salarios 40% y 47% más altos que el promedio ponderado de las provincias, mientras que en Santiago del Estero, Formosa y Catamarca eran entre 22% y 46% menores.

CIPPEC propone unificar, aumentar y distribuir con nuevos criterios el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y el Fondo de Compensación Salarial Docente (FCS), del Ministerio de Educación de la Nación, priorizando a las provincias que, aún con un alto porcentaje de su gasto destinado a la educación pagan bajos salarios porque tienen escasos recursos fiscales por habitante; y a los docentes que, por haberse especializado, pueden desarrollar nuevos roles en el sistema educativo.

2. La docencia no es una profesión atractiva

En muchos casos, quienes optan por la docencia lo hacen porque es la única alternativa de formación superior en su localidad, porque es más breve y menos exigente que los estudios universitarios o porque brinda una salida laboral estable y segura. PISA muestra que los alumnos de 15 años que dicen que quieren ser docentes obtienen resultados muy por debajo de la media nacional, y muy inferiores a quienes proyectan ser ingenieros.

El desprestigio y las dificultades a las que está expuesta la profesión docente se reflejan en la insuficiencia de candidatos. Aunque no existen datos oficiales, varias provincias no cuentan con los docentes necesarios como para cubrir los cargos vacantes, que son entonces ocupados por perfiles sin título. Según una encuesta, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires un 30% de los estudiantes de ISFD ya tenía una inserción en el sistema educativo (Noel, 2010).

CIPPEC propone prestigiar la docencia complementando el aumento salarial con una nueva carrera que motive y reconozca a quienes se especializan, y una estrategia permanente de comunicación que trasmita la importancia de los docentes para la sociedad.

3. El sistema formador no logra mejorar la calidad y está sobredimensionado

Aunque no existe información oficial acerca de la eficacia y la eficiencia de las instituciones formadoras, ciertos estudios recientes sugieren preocupantes desafíos por delante. Según un estudio basado en datos del Relevamiento Anual, solo egresa un 20% de los estudiantes de los ISFD. Asimismo, un estudio del INFD basado en una muestra de ISFD de gestión estatal y privada de todas las provincias del país, muestra la débil preparación de los docentes para la enseñanza de la lectoescritura, base indispensable para todo aprendizaje posterior.

En 2012 el sistema formador estaba constituido por 1.243 institutos superiores de formación docente (ISFD) y 61 universidades. Esto implica que existen 31,7 instituciones de formación cada millón de habitantes, mientras que en Chile y México esta cifra equivale a 4; en Colombia, a 2,3; en Estados Unidos, a 3,6 y, en Francia, a 0,5. La gran cantidad de instituciones es un problema histórico que complejiza el gobierno del sistema formador y atenta contra el logro de ciertos pisos de calidad.

CIPPEC propone un plan de apoyo y reorganización de la oferta de la formación en función de las necesidades del sistema educativo, estipular becas de estudio para estudiantes destacados, potenciar la formación en la práctica profesional, y establecer un examen de habilitación para el ingreso a la profesión.

4. Los niveles de rotación y ausentismo son elevados

Otro desafío es la retención de los docentes en una misma escuela durante períodos prolongados, condición indispensable para construir un compromiso con el proyecto institucional y consolidar equipos de trabajo. Los últimos datos oficiales indican que casi la mitad de los docentes tenía cinco años de antigüedad o menos en la escuela donde trabajaba (CensoNacional Docente de 2004).

Aunque no existen datos nacionales, también el ausentismo pareciera ser de gran magnitud, si bien se concentra en ciertas escuelas y docentes. En la última encuesta del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de 2008 (ODSA, 2009), un 40% de los adultos manifestó que el ausentismo docente era el principal problema de la educación de los niños en el nivel primario, y esta proporción aumentaba en las escuelas públicas (45%) y familias de menores ingresos (50%).

CIPPEC propone desarrollar un sistema de apoyo a los equipos docentes y estrategias situadas de atención de la rotación y el ausentismo, que partan de un buen diagnóstico sobre la situación de cada escuela.

Tweet about this on TwitterShare on Google+Share on Facebook